Este procedimiento pretende documentar las acciones que se van a realizar para la administración segura y eficaz de los medicamentos por vía rectal con fines terapéuticos, preventivos o diagnósticos.
La vía rectal es anatómicamente el segmento terminal del tubo digestivo (15-19 cm). Tiene una estructura que consta de una capa serosa peritoneal, una túnica muscular, una capa submucosa (irrigada por el plexo venoso hemorroidal) y una capa o túnica mucosa.
La absorción del fármaco se realiza a través del plexo hemorroidal, lo cual evita en parte el efecto de primer paso o paso por el hígado, antes de incorporarse a la circulación sistémica.
La vía rectal es especialmente útil en las siguientes situaciones:
- Paciente incapaz de ingerir la medicación por vía oral.
- Medicamentos que irriten a mucosa gástrica o que son destruidos por las enzimas digestivas.
- Medicamentos que por su sabor u olor no son tolerables por la vía oral.
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El supositorio es una preparación medicamentosa de forma cónica u ovoidea alargada y de consistencia sólida, capaz de fundirse a la temperatura fisiológica del recto o de solubilizarse en los líquidos orgánicos. Se administra con la intención de ejercer una acción local o sistémica (por absorción a la circulación general). En algunas farmacopeas el término supositorio se hace extensivo a formas de aplicación vaginal y/o uretral. En la Farmacopea Española, este término se refiere exclusivamente a la forma de administración rectal, denominándose óvulos a la vaginal y candelillas o bujías uretrales a la uretral. La vía rectal es especialmente útil en las siguientes situaciones: • paciente incapaz de ingerir la medicación por vía oral. • medicamentos que irritan la mucosa gástrica. • medicamentos que son destruidos por el jugo gástrico o por los enzimas digestivos. • medicamentos que por su sabor o su olor son intolerables por vía oral. El principal inconveniente de la vía rectal reside en que la absorción del medicamento es errática, menos fiable y a veces nula. Existen muchos ejemplos de medicamentos que se pueden administrar como supositorios: analgésicos (opioides y no opioides), antitérmicos, antieméticos, laxantes, etc.
Preparación del material necesario Antes de realizar cualquier procedimiento debemos de preparar el material necesario, que en este caso consta de:
• Guantes, que no es preciso que sean estériles.
• Medicación (supositorio).
• Lubricante, que ha de ser compatible con el medicamento (conviene leer el prospecto).
• Gasas.
• Una sábana. Con respecto a la preparación del supositorio en sí, se deben de tener en cuenta los siguientes aspectos:
• Un supositorio blando se adhiere al envoltorio y es más difícil de introducir en el ano. Para aumentar la consistencia del medicamento podemos colocarlo unos minutos en el frigorífico o bajo el chorro de agua fría.
• En caso de que haya que administrar medio supositorio, éste se partirá siempre en sentido longitudinal. Los supositorios tienen una forma cónica u ovoidea alargada, de tal modo que si se partieran transversalmente, no se estaría introduciendo el 50% de la dosis. Procedimiento A la hora de administrar un supositorio se actuará de la siguiente manera:
• Lávese las manos y enfúndese los guantes.
• Informe al paciente del procedimiento que va a realizar y solicite su colaboración.
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