El error de la administracion de medicamentos es definido como: cualquier evento previsible que puede ser causado al surgir de uso incomveniente o falta de invenveniente
Hace unos cuantos meses os explicábamos en este blog las diferentes formas farmacéuticas que podemos encontrar en el mercado y su importancia a la hora de determinar el grado de eficiencia de un fármaco.
Hoy queremos mostraros las diferentes vías de administración de los fármacos, o lo que es lo mismo, las distintas formas que pueden elegirse para que un fármaco llegue al organismo y logre el efecto deseado sobre el mismo.
Las vías de administración de fármacos son las rutas de entrada del medicamento al organismo, la cuales influyen en la latencia, intensidad y duración del efecto de la sustancia. Por este motivo, es interesante conocer cada una de las ventajas y desventajas de cada una de las vías de administración de medicamentos, y conocer los motivos por los cuales nuestro médico nos receta un medicamento por una determinada vía de administración. Aunque muchas de ellas son frecuentemente usadas por la mayoría de la población, existen otras menos comunes, que nos gustaría que conocieseis un poco más.
Vías de administración de medicamentos
– Vía digestiva o enteral: es la más antigua de las vías utilizadas, más segura, económica y frecuentemente la más conveniente. Comprende las vías oral, sublingual, gastroentérica (usada frecuentemente para la alimentación cuando la deglución no es posible), y la vía rectal.
– Vía parenteral: se trata de aquella vía que introduce el fármaco en el organismo gracias a la ruptura de la barrera mediante un mecanismo que habitualmente es una aguja hueca en su interior llamada aguja de uso parenteral. Dentro de esta categoría se incluyen la vía intramuscular, subcutánea, intravenosa e intraarterial, así como la intraperitoneal, la transdérmica (un ejemplo típico son los parches de nicotina para el tratamiento del tabaquismo) y la vía intraarticular.
– Vía respiratoria: permite la utilización farmacológica de sustancias gaseosas, y sus vías características son la intratraqueal, usada sobre todo en situaciones de urgencia, y la intraalveolar, cuyo uso más frecuentes es a través de aerosoles.
– Vía tópica: se busca fundamentalmente el efecto a nivel local, no interesando la absorción de los principios activos. Usa la piel y las mucosas para administración del fármaco, y el uso más habitual es a través de pomadas, cremas o ungüentos.
– Vía transdérmica: conocida también como vía percutánea, permite la administración de principios activos a una velocidad programada, o durante un período establecido, siempre y cuando la piel permita la llegada a los capilares cutáneos.
Recuerda que existen medicamentos genéricos que se administran por cualquiera de las diferentes vías que hemos explicado arriba.
Hace unos cuantos meses os explicábamos en este blog las diferentes formas farmacéuticas que podemos encontrar en el mercado y su importancia a la hora de determinar el grado de eficiencia de un fármaco.
Hoy queremos mostraros las diferentes vías de administración de los fármacos, o lo que es lo mismo, las distintas formas que pueden elegirse para que un fármaco llegue al organismo y logre el efecto deseado sobre el mismo.
Las vías de administración de fármacos son las rutas de entrada del medicamento al organismo, la cuales influyen en la latencia, intensidad y duración del efecto de la sustancia. Por este motivo, es interesante conocer cada una de las ventajas y desventajas de cada una de las vías de administración de medicamentos, y conocer los motivos por los cuales nuestro médico nos receta un medicamento por una determinada vía de administración. Aunque muchas de ellas son frecuentemente usadas por la mayoría de la población, existen otras menos comunes, que nos gustaría que conocieseis un poco más.
Vías de administración de medicamentos
– Vía digestiva o enteral: es la más antigua de las vías utilizadas, más segura, económica y frecuentemente la más conveniente. Comprende las vías oral, sublingual, gastroentérica (usada frecuentemente para la alimentación cuando la deglución no es posible), y la vía rectal.
– Vía parenteral: se trata de aquella vía que introduce el fármaco en el organismo gracias a la ruptura de la barrera mediante un mecanismo que habitualmente es una aguja hueca en su interior llamada aguja de uso parenteral. Dentro de esta categoría se incluyen la vía intramuscular, subcutánea, intravenosa e intraarterial, así como la intraperitoneal, la transdérmica (un ejemplo típico son los parches de nicotina para el tratamiento del tabaquismo) y la vía intraarticular.
– Vía respiratoria: permite la utilización farmacológica de sustancias gaseosas, y sus vías características son la intratraqueal, usada sobre todo en situaciones de urgencia, y la intraalveolar, cuyo uso más frecuentes es a través de aerosoles.
– Vía tópica: se busca fundamentalmente el efecto a nivel local, no interesando la absorción de los principios activos. Usa la piel y las mucosas para administración del fármaco, y el uso más habitual es a través de pomadas, cremas o ungüentos.
– Vía transdérmica: conocida también como vía percutánea, permite la administración de principios activos a una velocidad programada, o durante un período establecido, siempre y cuando la piel permita la llegada a los capilares cutáneos.
Recuerda que existen medicamentos genéricos que se administran por cualquiera de las diferentes vías que hemos explicado arriba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario