domingo, 4 de febrero de 2018

CONFERENCIA DE MEDICAMENTOS ORALES



Ponencia: Atención Farmacéutica Domiciliaria (AFD)
                            Cintia Gaspar gomes
La población española está envejeciendo. La población de mayores es creciente y muchos de ellos viven en sus domicilios. Uno de los principales problemas con que nos encontramos en la ciudadanía geriátrica es que, en un número considerable de casos, no conseguimos cumplir los objetivos terapéuticos buscados.






 ¿ A que es debida esta situación?.  Podemos citar varios factores a este respecto. En primer lugar, los cambios fisiológicos que se producen en el anciano,
 hacen que se varíe la farmacocinética de los medicamentos. Por otra parte, los ancianos son pacientes que suelen presentar varias patologías, lo cual no hace sino requerir un mayor número de medicamentos, entre los que, como es evidente, se pueden dar un incremento de interacciones. Asimismo, la polimedicación unida a estados de confusión que suelen ser comunes en estos pacientes, repercute en una mayor probabilidad de incumplimiento terapéutico.
Pero es que además, tenemos que tener en cuenta una cuestión muy importante. En ciertas ocasiones, estos pacientes pueden ir por si mismos a la farmacia, donde pueden ser atendidos por el farmacéutico, el cual seguirá su terapia farmacológica pudiendo detectar a tiempo los posibles problemas que puedan surgir. Pero otras veces, en un número considerable de casos, estos pacientes no pueden acudir a la oficina de farmacia y es un cuidador, un pariente o incluso un vecino el que lo hace.
Todos estos factores conforman un colectivo con unas necesidades muy específicas, y para el cual se ha desarrollado la propuesta de Atención Farmacéutica Domiciliaria. La intención básica de esta propuesta es, teniendo en cuenta las circunstancias descritas, proponer un servicio en el propio domicilio de paciente que se llevaría a cabo por un farmacéutico especialmente formado. Dentro de los objetivos más importantes de éste encontraríamos el de contribuir a optimizar el uso de los medicamentos, disminuir los resultados negativos que puedan surgir, mejorar la adherencia terapéutica, mejorar el nivel de comprensión del tratamiento, facilitar la relación con otros profesionales de la salud y en definitiva contribuir a mejorar la calidad de vida del enfermo.
Las experiencias de este tipo son escasas no sólo en Europa, sino también en el resto del mundo. Tan solo encontramos servicios que podríamos denominar de Atención Farmacéutica Domiciliaria en un número limitado de países en el entrono internacional. Dentro de ellos, los sistemas más evolucionados son los de Australia y Nueva Zelanda, donde ya hay implantados servicios domiciliarios incluidos en la cartera

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